Diciembre

Diciembre: Navidad en tiempos de Covid-19

¿El coronavirus nos dejará sentarnos a la mesa junto a nuestra familia? ¿Cómo serán nuestros encuentros navideños? Varios epidemiólogos nos adelantan lo que, con mucha probabilidad, nos espera esta Navidad.

El coronavirus va a terminar convirtiéndose en el nuevo Grinch de la Navidad. Mucho tendrían que cambiar las cosas para que las cifras de contagios dieran un vuelco y pudiéramos vivir unas fiestas navideñas tal y como las hemos celebrado siempre. Todos los pronósticos indican que este año no podrá ser así. De hecho, según los expertos, es bastante probable que las restricciones y las limitaciones sean la tónica dominante en la época más familiar del año. ¡Toca reinventar la Navidad!

Por difícil que nos resulte, tenemos que aceptar que la COVID-19 no va a desaparecer de nuestra vida de la noche a la mañana. Es momento de ser responsables y seguir las recomendaciones de la OMS y las Autoridades Sanitarias (mascarilla, higiene de manos y distanciamiento social) para doblegar la curva e intentar recuperar la antigua normalidad cuanto antes.

Una forma de evitar contagios por coronavirus durante esta Navidad 2020 es, crear una “burbuja de seguridad navideña” y seguir las siguientes recomendaciones para proteger a las personas adultas mayores de la Covid-19 en las reuniones familiares esta época.

1. Limitar los encuentros sociales entre personas no convivientes.
Es recomendable restringir el número de personas con la que nos reunimos e intentar, en la medida de lo posible, que sean únicamente personas con las que convivimos.

2. Evitar realizar visitas.
Si es necesario, antes de la visita, es importante verificar si uno tiene fiebre y, en el caso de tener indicios, no realizar la visita. Esta medida toma especial relevancia en los pacientes asintomáticos pues, en el caso de no realizarse la prueba, seguramente no sepan que son portadores del virus y puedan contagiar al resto de familiares

3. Lavarse repetidamente las manos.
Una vez que comience la reunión familiar, lo más importante es lavarse las manos al llegar al menos durante 20 segundos y hacer uso del gel, desinfectándonos continuamente.

4. Respetar el distanciamiento social en la medida de lo posible.
Se recomienda seguir saludando a la gente con el ya conocido “choque de codos” en lugar de un abrazo o sacudida de manos. Asimismo, seguir respetando la medida de distanciamiento social, a ser posible de 1.8 metros, debe seguir teniéndose en consideración pues garantiza que podamos preservar tanto nuestra salud, como la de los demás

5. Ventilar los espacios cerrados.
Si bien es cierto que siempre es mejor reunirse en espacios abiertos en los que se garantice una mayor circulación del aire, debido a las fechas en las que nos encontramos y el carácter de las celebraciones navideñas dificultan que se puedan celebrar en espacios abiertos. Por ello, es esencial que al menos se mantenga ventilado el lugar en el que nos reunimos con la familia, favoreciendo la circulación del aire.

6. Hacer uso de la mascarilla.
Sabemos que las fechas navideñas son días de especial celebración, en el que se suele hablar alto, gritar o cantar, actos que favorecen a que se propague el virus en espacios cerrados. Por ello, es recomendable hacer uso de las mascarillas durante la celebración si estamos cerca de personas en avanzada edad o consideradas colectivo de riesgo. Aunque esta medida limite nuestra comodidad durante la celebración, sobre todo a la hora de comer e ingerir alimentos, es fundamental para prevenir posibles contagios.

7. Desinfectar los objetos de fuera del domicilio.
Con la evolución de la Covid-19 se ha comprobado como virus también que puede depositarse en ciertos objetos, donde puede sobrevivir durante un tiempo. Por ello, previo a la reunión familiar, se aconseja desinfectar todos los objetos que puedan venir del exterior y así minimizar el riesgo de contagio.

8.Evitar zonas con humo.
Aunque las reuniones se mantengan al aire libre, evitar las zonas en las que predomine el humo.

9. Evitar estornudar o toser sin taparse la boca o nariz.
Con el fin de evitar que al estornudar las gotitas respiratorias se adhieran a las manos, se recomienda utilizar un pañuelo desechable o, en el caso que no dispongamos de uno, utilizar el codo.

10.Limitar el uso del transporte público a la hora de desplazarse.
Las fechas navideñas son una época en la que tendemos a movernos más de lo previsto, ya sea para realizar las compras de los regalos o para visitar a nuestros seres queridos. Por ello, es recomendable limitar los viajes en transporte público, al considerarse espacios cerrados en los que el riesgo de contagio es mayor. De igual manera, en el caso que no se pueda evitar, se recomienda el uso tanto de mascarilla, gel hidroalcohólico, como el respeto de las medidas de distanciamiento social.

“No conviene confiarse: hay que estar alerta para no propagar la enfermedad”.

Esther G. Valero

Ruth Rivera Víquez
Directora Ejecutiva
ASCATE

Noviembre

Noviembre: Cuidémonos en Casa

SEMANA SALUD OCUPACIONAL

ASCATE, como parte de las actividades del mes de noviembre, a través de los años organiza la Semana de Salud Ocupacional, como parte de la Educación y Capacitación en temas referentes a la Seguridad Humana dirigidas tanto a las Personas Adultas Mayores usuarias del Centro Diurno, Unidad de Alzheimer, Grupo de Extensión a la Comunidad y personal en General, con el lema “Cuidémonos en casa.”

Este año no queremos hacer la diferencia, a través de las diferentes herramientas virtuales, tomando en cuenta la situación actual de la Pandemia, queremos llegar a la población antes mencionada y a las familias quienes a lo largo de estos meses han demostrado un interés por acompañar a nuestras personas usuarias en las actividades tanto de recreación como de capacitación.

Tomando en cuenta y analizando el confinamiento de las personas y el tiempo que debemos pasar cuidándonos en nuestras casas, consideramos importante que, para esta semana de Salud Ocupacional, abordar el tema de la seguridad en casa.

Como referencia de la Comisión Nacional de Emergencias donde nos recomienda establecer Planes de Emergencia Familiar que nos ayuden a prevenir mejor y estar mejor preparados ante una emergencia o mejor aun evitar que ocurra o disminuir sus efectos.

Que debemos adoptar actitudes correctas, para poner en práctica una serie de medidas que deben convertirse en hábitos normales de nuestra vida.

Cuando pasamos mucho tiempo en un lugar, se vuelve tan familiar que hay cosas que no percibimos… No nos damos cuenta de que pueden existir condiciones de peligro que atentan contra nuestra integridad humana.

El mejor punto de partida es comenzar a hacer un reconocimiento del sitio en que vivimos y de la comunidad que nos rodea.

El plan debe servir no sólo para las situaciones de emergencia, sino también para mejorar las condiciones de seguridad y resistencia de la vivienda y hacer de nuestra casa un sitio más seguro, para habitar en ella.

Tomando en cuenta todas estas recomendaciones, hemos organizado por parte del Comité de Salud Ocupacional de ASCATE, algunas actividades de Capacitación dirigidas a las personas adultas mayores ,familiares y al personalen la preparación de un Plan de Emergencias para sus hogares.

Elaborado por: Ana Lucía Calderón Hernández
Comité Salud Ocupacional
ASCATE

 

Bibliografía: Pagina Web. Comisión Nacional de Prevención de Riesgos y Atención de Emergencias

Octubre

Octubre: Salud Mental en el mes de la Personal Adulta Mayor

Esta época en la cual nos estamos enfrentando ha conllevado mucha incertidumbre, y por ende, desafíos, retos y nuevas oportunidades de mejora. En ASCATE, así como todos sus programas de atención no ha sido la excepción. En cada uno de ellos se hecho patente la necesidad imperiosa de modificar los planes y estrategias para brindar un servicio de excelente calidad a las personas adultas mayores, tal y como sus derechos lo contemplan.

Usualmente se suele afirmar que, no hay salud sin salud mental, tal afirmación puede funcionar como axioma básico sobre el cual fundamentar una praxis que busca mejorar la calidad de vida de las personas adultas mayores; ciertamente, para nadie es un secreto, y sin embargo, es menester seguir recalcándolo que, en esta época de pandemia por Covid-19, una de las esferas que más ha sido resaltada por demandar atención inmediata, es la de la salud mental en general.

Tanto mayor énfasis hay que realizar a la esfera emocional, afectiva y mental en general, cuanto las cifras y la observación de las condiciones de muchas personas adultas mayores, más demuestran que la salud mental está viéndose trastocada colateral y directamente en la presente época.

Un enfoque asistencialista podría presuponer que un conjunto de elementos son esenciales para la supervivencia, tales como alimento, vestimenta y vivienda, y ciertamente lo son, son fundamentales para el libre ejercicio y desarrollo de la vida de cualquier persona, sin embargo, sabemos con seguridad, que tales necesidades básicas no son los únicos factores a considerar dentro del conjunto total a considerar en el momento de atención institucional u organizacional de las personas adultas mayores.

Cuanto más nos acercamos de modo directo y certero a las realidades de cientos de personas adultas mayores en nuestro contexto latinoamericano y costarricense, tanto más nos parece lejano el enfoque que propone satisfacer solamente tales necesidades básicas previamente descritas, y tanto más importante se nos manifiesta la necesidad de prestar atención a la singularidad de cada caso, de cada persona, tomando en cuenta, ya no solamente dichas necesidades, sino sus deseos vitales, sus aspiraciones y anhelos, sus sueños y su plan de vida.

Estos factores no son prescindibles, estos están contemplados dentro de normativas internas, leyes nacionales y normativas internacionales, tales como la Convención Interamericana Sobre La Protección De Los Derechos Humanos De Las Personas Mayores.

Nuestra propuesta, en este mes tan importante y relevante, como lo es el mes de octubre de la persona adulta mayor, es resaltar y puntuar, no solamente que no hay salud sin salud mental, sino además, que no hay salud sin una validación completa de todos los derechos que conforman la vida, considerando esta en un sentido amplio, haciendo hincapié incluso, no solo en los derechos de esta población, sino que, ampliando el análisis e intentando visibilizar, todos aquellos factores que influyen en lo que se conoce como discriminación múltiple, es decir, mostrando aquellos elementos que dificultan, o en muchos casos impiden, el acceso al disfrute y goce pleno de dichos derechos de todas las personas adultas mayores.

De modo que, les invitamos a disfrutar de este mes y todas las actividades que tiene preparadas ASCATE, pero además, les invitamos a aprender y reflexionar sobre todos estos temas que les hemos trazado en el presente boletín, estén atentos y atentas a todas nuestras publicaciones, charlas y material virtual de nuestras redes sociales, pues todo ello, está enfocado en mejorar calidad de vida, de todas las personas adultas mayores de nuestro país. ¡Les esperamos!

Lic. Darío Leitón Hernández
Psicólogo

Setiembre

Setiembre: "Vivir la vejez en tiempos de pandemia y confinamiento"

Vivimos tiempos de incertidumbre que nos colman de preocupaciones e interrogantes.

Surgen entonces muchos cuestionamientos, sobre todo cuando se oye decir, cada vez más, que la población vieja, o sea, la que más tiempo ha vivido, es la de mayor vulnerabilidad o la que está en mayor riesgo de contagio y de muerte por razones del coronavirus y el Covic-19.  Es por eso la importancia de analizar algunos asuntos importantes al respecto.

“Vivir la vejez” lleva a preguntarnos ante todo ¿a cuál vejez se hace referencia?, ¿a cuáles personas viejas o adultas mayores se alude?.  Porque si algo caracteriza a esa condición de la vida que llamamos ‘vejez’ es la diversidad.

«Y ¿en tiempos de pandemia y confinamiento qué decir de la vejez?»

Las situaciones de confinamiento que viven las distintas personas adultas mayores son muy diferentes.

Es preciso tener en cuenta diferencias de género, raza, región en que se ha vivido y se vive actualmente, así como nivel educativo, ocupación, condiciones, costumbres y estilos de vida, percepciones y actitudes hacia la vida y sus circunstancias; formas habituales de interacción humana y de convivencia social, al igual que la posibilidad de contar o no con redes de apoyo social.  Es, por todo ello y mucho más que, particularmente en la vejez, nos parecemos más a nosotros mismos que en épocas anteriores de nuestra vida, qué a otras personas de nuestra misma edad, aunque sean familiares, amigas, compañeras de estudio o de trabajo.

En todos los casos es necesario saber que la vejez no significa perder la posibilidad de pensar, de pronunciarse, de razonar, de decidir y de ser consultados.

¿Las personas viejas son vulnerables por razón de su edad, sin más?

Ante esa pregunta, vale recordar la frase del psicólogo español Jerónimo de Moragas: “nacer es comenzar la vida como un riesgo”.  La vida es, sin duda, un riesgo permanente. Estaríamos, no obstante, en estos tiempos de pandemia, ante un riesgo enorme e inesperado. Eso no quiere decir que las condiciones de riesgo sean uniformes solo por tener una edad determinada.

Evidentemente a un concepto estereotipado de la vejez que desconoce las enormes diferencias entre las personas que la viven, sus contextos e historias individuales.

Así que vivir la vejez en tiempos de PANDEMIA y de CONFINAMIENTO requiere, ante todo, considerar las enormes diferencias entre las personas, sus entornos, y sus condiciones de vida.

Bibliografía: Elisa Dulcey-Ruiz, Cepsiger y Red Latinoamericana de Gerontología-RLG.

Ana Lucía Calderón Hernández
Oficina Atención a la Persona Adulta Mayor
ASCATE

Agosto

Agosto: SÍNDROME DEL CUIDADOR (A) EN EL CONTEXTO DE LA PANDEMIA POR COVID-19

La figura del cuidador o cuidadora de las personas adultas mayores es muy importante, pues el bienestar de los cuidadores(as) es primordial para asegurar un cuidado óptimo de la persona adulta mayor, eso es especial en el contexto de la pandemia por COVID-19.

Las características de los cuidadores(as) pueden variar mucho, empezando con la filiación con la persona adulta mayor, estos pueden ser familiares directos, familia política y hasta amigos y conocidos, y por supuesto vivir en diferentes contextos socioeconómicos, con buenas o deficientes redes de apoyo, por lo cual tiene diferentes necesidades, pero lo cierto es que un cuidador tiene una labor de entrega y dedicación, la cual va a requerir tanto de recursos económicos, como de tiempo y energía.

El cuidado en tiempos de pandemia

El distanciamiento social requerido en el contexto de la pandemia por COVID-19, ha llevado a cada núcleo familiar a realizar modificaciones en el estilo de vida y de sus rutinas diarias, por este motivo los cuidadores(as) han visto cambios en su rol por el confinamiento prolongado.

Debido a la pandemia por COVID-19, las personas adultas mayores se han visto obligadas a permanecer más tiempo en sus hogares y se han vistos separados temporalmente de importantes factores protectores como lo es por ejemplo su asistencia a centros diurnos, donde la mayoría de las personas adultas mayores podían complementar sus necesidades nutricionales, de estímulo físico y cognitivo y permanecer activas socialmente.

La cobertura de estas necesidades de estímulo, entretenimiento y socialización han pasado entonces a los cuidadores y cuidadoras, lo cual les impone un reto muy grande.

En el contexto de la pandemia existen una serie de factores que influyen negativamente en la estabilidad familiar, muchas personas han perdido sus fuentes de ingreso, llevando a un problema económico; se percibe un ambiente de la sociedad en general de incertidumbre y miedo y el confinamiento prolongado puede llevar a roces entre los miembros del núcleo familiar en especial si ya había problemas de fondo.

Si sumemos todo esto, vemos que la calidad de vida tanto de las personas adultas mayores como de sus cuidadores(as)se ha visto afectadas, poniendo especial presión sobre la figura del cuidador principal lo cual puede llevar esto puede llevar a un agotamiento físico y emocional, e incluso a sufrir síndrome del cuidador(a).

¿Qué es el síndrome del cuidador(a)?

El síndrome del cuidador(a) se describe como un conjunto de manifestaciones físicas, psíquicas, alteraciones sociales, problemas laborales y familiares con un incremento de la tensión familiar que pueden desembocar en conflictos diferentes.

Entre estas manifestaciones se encuentras aumento de la presión arterial, problemas gastrointestinales, dolores de cabeza, alteraciones osteoarticulares, en su impacto fisiológico, y como manifestaciones psicosociales se encuentran sentimientos de soledad, sobrecarga emocional, ansiedad, depresión, exclusión, restricción de la libertad personal y de su tiempo de ocio y descanso.

Una persona que empieza a manifestar estas características va a ver comprometida su salud física y emocional y por supuesto también su rol de cuidar o cuidadora en que no va a lograr desempeñarse lo mejor posible. Es por esto por lo que las acciones de apoyo hacia los cuidadores y cuidadoras son importantes, con el fin de que puedan mantenerse sanos y emocionalmente preparados para continuar con su rol.

¿Cómo cuidar a los cuidadores(as)?

Como ya se dijo anteriormente los cuidadores(as) tienen diferentes necesidades físicas y emocionales que, aunque no se puedan cubrir por completo, si se pueden intentar suplir de la mejor manera.

La forma de apoyar a los cuidadores(as) con estas necesidades puede variar, se pueden dividir en tres esferas, una intervención por medio de profesionales especializados, mediante grupos de ayuda o desde las mismas redes de apoyo familiares.

El contacto con los profesionales de varios campos es importante, dado que ellos pueden suplir necesidades de información y formación como pueden ser de parte de expertos en nutrición, psicología, terapia física y ocupacional, medicina y enfermería, esto por medio de medios virtuales puede servir de alivio al cuidador(a), cuando le surjan dudas relacionadas con estos campos, además de lograr un contacto más cercano y dar una sensación de tranquilidad y apoyo.

Los grupos de apoyo se han visto limitados por la PANDEMIA, pero al igual que en las intervenciones de los profesionales, los medios virtuales pueden ser la alternativa para que sigan funcionando.

En caso de las redes de apoyo familiares, estos pueden brindar un apoyo emocional y económico, dado que un contacto físico está por el momento limitado, pero las llamadas constantes, para conversar y apoyar, y hasta saber en que se puede aportar ayuda a la estabilidad de la persona adulta mayor y su cuidador o cuidadora.

Además, el centro virtual sobre el envejecimiento, también se pueden seguir estos consejos puntuales para el cuidador:

Alexandra Brenes Vargas,
Licda. en Enfermería
ASCATE

Junio

15 JUNIO: “Día Mundial de la Toma de Conciencia del Abuso y Maltrato en la Vejez y Día Nacional contra el Abuso, Maltrato, Marginación y Negligencia contra las Personas Adultas Mayores".

Quizás nunca, en las últimas décadas, fue tan importante y necesario la toma de conciencia del abuso y maltrato en contra de las personas adultas mayores, tanto más que ahora, en vista del contexto mundial en cuanto a la pandemia por el Covid-19.

Una de las frases lema que se plantean el presente año es el de “Celebremos la vida, promoviendo el respeto a las personas adultas mayores”, frase lacónica pero contundente que resume en gran parte el objetivo y causa de la toma de conciencia el 15 de junio del presente año 2020, no por casualidad sino causalidad, pues en la medida que se ha indicado un cambio en el estilo de vida de cada una de las personas adultas mayores de Costa Rica, como medida preventiva de contagio de coronavirus, ello estaría provocando ciertas situaciones (y afecciones por ende) articuladas a la lógica del distanciamiento físico y la permanencia, ahora, más que antes, en la vivienda de cada una de ellas.

El acto de permanecer en casa provoca una intensificación de situaciones de violencia y abandono, lo cual, permite analizar la necesidad de nuevas estrategias de abordaje y prevención de la violencia, no sin antes tomar en cuenta el contexto trazado a nivel general debido al riesgo que representa el Covid-19 en la población adulta mayor.

Sin embargo, no puede menos que aceptarse que el confinamiento supone también un riesgo psicosocial, en sí mismo, para algunas personas adultas mayores que están inmersas en factores de riesgo, tales como insuficientes o nulas redes de apoyo, condición de pobreza o pobreza extrema, violencia, abandono, entre otros, sin olvidar, la no menos importante violencia de género en contra de muchas mujeres adultas mayores, tema este que admite un abordaje particular y un análisis estructural que no ignoramos y que forma parte de las intervenciones directas por parte de ASCATE en cuanto a lo que del tema de violencia y prevención del maltrato se refiere. Uno de los pilares fundamentales de abordaje y prevención es la psicoeducación, por tal motivo, es importante recalcar los posibles efectos del confinamiento, no en una dimensión particular o específica, sino en una visión más integral, que contemple a la persona adulta mayor como un ser bio-psico-social, tales como los que siguen a continuación:

Hay distintos tipos de reacciones de tipo emocional, entre otros, en las PAM durante o posiblemente después de la Pandemia, todos ellos pueden estar presentes también en situaciones de violencia y abandono, dentro de las cuales tenemos las siguientes:

a) Síndrome de estrés postraumático
b) Cuadros depresivos
c) Trastornos de ansiedad
d) Mayor deterioro físico y cognitivo
e) Disminución en nivel funcional
f) Crisis de angustia

Algunas recomendaciones para enfrentar el impacto emocional de la Pandemia y evitar dejar huellas graves emocionales:

    • Enfocarse a las soluciones.
    • Acordar pasos concretos.
    • Reforzar pautas de solución
    • Clarificar posibles dudas.
    • Establecer naturaleza del siguiente contacto.
    • Ser amable y firme.

Estar en constante comunicación con la familia y profesionales, haciendo uso de las herramientas tecnológicas, que son medios que han impactado favorablemente, ya que nos podemos comunicar de forma virtual, por video llamada, por WhatsApp, reuniones grupales, etc., y evitar el aislamiento y mantener una relación afectiva, sin salir de casa.

Es importante llamar la atención a que no todas las personas mayores, tienen acceso a un celular, una computadora, a una Tablet, a internet, principalmente las que se encuentran en hospitales (quizá en abandono por parte de su familia), privadas de libertad, indígenas o que viven en zonas rurales, lo que provoca aislamiento y con ello otros síntomas, considerándose también, como violación a los derechos humanos.

Estamos apenas en el comienzo, nos enfrentamos a grandes desafíos, entre los que se podría mencionar: retomar poco a poco y con prudencia, respetando las normas de higiene y prevención, el acompañamiento de las personas mayores, principalmente de las que viven solas, de riesgo, más vulnerables y que no cuentan con los recursos suficientes. Crear nuevas y reforzar las políticas públicas existentes, donde se visibilice a las personas adultas mayores.

Pensamos, y estamos conscientes de que considerar a las personas adultas mayores de una forma dinámica e integral, es poner de relieve y visibilizar sus derechos como personas, lo cual, a su vez, es prevenir y fomentar un mejor estilo de vida libre de violencia, que no vulnere su condición y su integridad.

Por ello, en este mes de junio, celebremos la vida juntos, no de cualquier manera, sino respetando los derechos y cuidándonos entre todos y todas.

Lic. Darío Leitón Hernández
Psicólogo ASCATE

Mayo: La alimentación como fuente de protección

Mayo: La Alimentación como fuente de Protección

La alimentación es una de las bases fundamentales para que exista la vida porque se encarga de mantener nutridos todos nuestros órganos pero ¿será que lo que comemos nos está llevando a tener una buena salud y por ende un sistema inmunológico adecuado?

Durante décadas, los hábitos de alimentación a nivel mundial han ido evolucionando, adaptándose al cambio constante de los estilos de vida de la población, es decir, la escogencia, adquisición y consumo de los alimentos no es el mismo de hace 70 años atrás y esto lo podemos observar cada vez que vamos al supermercado, donde existe una infinidad de productos y opciones alimentarias a escoger.

Para nadie es un secreto que la evolución de como escogemos, adquirimos y consumimos los alimentos, ha facilitado la manera de cómo nos alimentamos, pero, esto ha traído consigo una serie de consecuencias desfavorables en la salud de la población, la cual se ve reflejado en el aumento de los índices de obesidad, hipertensión arterial, diabetes mellitus, entre otros, enfermedades que están relacionadas con la malnutrición.

¿Pero que es la malnutrición? Para la Organización Mundial de la Salud, la malnutrición se define como “las carencias, los excesos y los desequilibrios de la ingesta calórica y de nutrientes de una persona” (febrero, 2018), es decir, que aunque nos estemos alimentando diariamente, debemos analizar si los alimentos que estamos escogiendo nos están nutriendo para darnos salud o más bien nos están perjudicando.

Es por lo anterior, que durante los últimos meses, se ha reforzado a la población a que realice una compra más inteligente de los alimentos, con el fin de escoger alimentos que de verdad nutran el cuerpo para ayudar a mejorar la salud y por ende ofrecerle a nuestros órganos nutrientes que permitan aumentar sus defensas frente a los factores externos que puedan comprometer la vida.

Entonces ¿el cómo me alimento si está relacionada con el sistema inmunológico? La respuesta es sí, sin embargo, debe quedar claro que no existen alimentos aislados que por sí solos van a mejorar nuestros sistema inmunológico, porque nuestro cuerpo es sumamente complejo como para que un solo alimento haga todo el trabajo sino, que es el conjunto de hábitos alimentarios saludables y balanceados que me van a permitir adquirir todos los macro y micro nutrientes que el cuerpo necesita.

Asimismo, los hábitos alimentarios también deben combinarse con estilos de vida saludables como el control del estrés, el dormir bien, tomar 15min de sol diario y la actividad física permite que nuestro cuerpo se prepare mucho mejor para enfrentar cualquier mal invisible que nos aceche.

Licda. Silvia Elena Obregón Aguilera
Nutricionista, ASCATE
Cód. 1096-12

    • Referencias:
      Organización Mundial de la Salud. (16 de febrero de 2018). Organización Mundial de la Salud. Obtenido de https://www.who.int/es/news-room/fact-sheets/detail/malnutrition

Abril: Medidas claves para proteger a las Personas Adultas Mayores frente al COVID-19

Abril: MEDIDAS CLAVE PARA PROTEGER A LAS PERSONAS ADULTAS MAYORES FRENTE AL COVID-19

Los coronavirus (CoV): son una amplia familia de virus que pueden causar diversas afecciones, desde el resfriado común hasta enfermedades más graves, como ocurre con el coronavirus causante del síndrome respiratorio de Oriente Medio (MERS-CoV) y el que ocasiona el síndrome respiratorio agudo severo (SARS-CoV). Un nuevo coronavirus es una nueva cepa de coronavirus que no se había encontrado antes en el ser humano.

Tipos: Es importante tener en cuenta que existen otros cuatro coronavirus humanos endémicos a nivel global: HCoV-229E, HCoV-NL63, HCoV-HKU1 y HCoV-OC43. Estos coronavirus son diferentes al nuevo coronavirus llamado SARS-CoV-2 que produce la enfermedad llamada COVID-19.

COVID-19: Es la enfermedad infecciosa causada por el coronavirus que se ha descubierto más recientemente, se transmite por contacto con otra que este infectada por el virus. La enfermedad puede propagarse de persona a persona a través de las gesticulas procedentes de la nariz o la boca que salen despedidas cuando una persona infectada habla, tose o estornuda, también si estas gotas caen sobre los objetos y superficies que rodean a la persona, de modo que otras personas pueden tocar estos objetos o superficies y luego se tocan los ojos, la nariz o la boca (OPS/OMS, 2020). Actualmente no existe una vacuna para prevenir la enfermedad por coronavirus 2019 (COVID-19). La mejor manera de prevenir enfermedades es evitar exponerse a este virus.

En aras de contribuir a una circulación masiva del virus (COVID-19) disminuir la cantidad y severidad de los casos, así como brindar contención, acompañamiento y seguridad a la persona adulta mayor durante el transcurso de la presente situación, SIN VULNERAR SU INDEPENDENCIA Y AUTONOMÍA, la Asociación Cartaginesa de Atención a Ciudadanos de la Tercera Edad. ASCATE, comparte las siguientes recomendaciones:

EN PRIMER LUGAR, ES IMPORTANTE ACATAR Y SEGUIR LAS RECOMENDACIONES Y DIRECTRICES INDICADAS POR EL MINISTERIO DE SALUD DE COSTA RICA, el cual tiene como misión, ser: “la institución que dirige y conduce a los actores sociales para el desarrollo de acciones, así como las CONDUCTAS PREVENTIVAS en cuanto al CORONAVIRUS, por medio de las fuentes oficiales.

Además:

    • Si la persona adulta mayor, presenta síntomas respiratorios (tos, estornudos, secreción nasal, entre otros) comuníquese inmediatamente al AREA DE SALUD, EBAIS u HOSPITAL más cercano.
    • Practicar el protocolo de estornudo, tosido y el protocolo de lavado de manos. Evite tocarse la cara.
    • En la medida de sus posibilidades use pañuelos desechables y no de tela.
    • Realizar limpieza constante y desinfección de las superficies del mobiliario, ayudas técnicas como andaderas-sillas de ruedas, bastones.
    • Evitar asistir a lugares donde hay aglomeración de personas.

Una vez que aplique las recomendaciones anteriores, se sugiere:

a.   Es importante transmitir seguridad y confianza, no generar angustia o pánico para sobrellevar la situación, sino más bien, SEGUIR LAS INDICACIONES DE LAS AUTORIDADES PERTINENTES DE NUESTRO PAÍS.

b.   Generar espacios y actividades estimulantes cognitiva y sensorialmente en la medida de lo posible, tales como escuchar su música favorita, observar películas clásicas de su gusto o nuevas que tenga interés, así como poder realizar actividades nuevas que sean de su deseo y que quizás nunca ha podido realizar. Todo ello en un entorno familiar seguro y estable.

c.   Realizar actividades como dibujar, pintar, conversar, tejer o bordar, hacer crucigramas, sopas de letras, juegos de mesa, dominó o cartas, actividades en general que estimulen la memoria y las habilidades cognitivas.

d.   La compañía de seres queridos, la socialización y el poder compartir con personas con las cuales comparte vínculos afectivos saludables es recomendable en este momento, ello puede generar un gran bienestar mental en la vida de la persona adulta mayor en este momento, por ello, estar rodeada de personas que le generen seguridad y plenitud no solo provocará una estabilidad emocional, sino a la vez cognitiva.

e.   Generar espacios donde su opinión y su persona sean escuchadas de manera adecuada, respetando sus decisiones, preferencias y autonomía e independencia, sin vulnerar su seguridad y protección, fomentando su autoestima, así como la validación de sus ideas y valores.

f.   Estar atentos y atentas a cualquier cambio de tipo emocional, cognitivo o de su salud en general que afecte a la persona adulta mayor, de modo que, pueda atenderse con la / el profesional correspondiente de modo oportuno y prevenir algún riesgo a su salud e integridad.

g.   Realizar actividad física diariamente en sesiones de 30min, acompañados, vestir ropa cómoda y realizarlos por la mañana, después del desayuno. Además, se aconseja mantener una postura adecuada al sentarse, realizar cambios de posición (incluyendo diferentes sillas, sillones, etc.) No pasar más de 1 hora en una misma posición.

Ejercicios sugeridos:

    • Realizar caminatas cortas (a tolerancia) en su misma casa, por 10 minutos.
    • Ejercicios en silla: 10 repeticiones cada uno. 


– Levantar los brazos, puede hacerse con las manos vacías o sujetando una bola.
– Abrir los brazos, llevar las manos desde los lados del cuerpo y separándolas los mas que se pueda.
– Flexiones del tronco, llevar las manos hasta las rodillas o hasta los tobillos si se puede y regresar a la posición normal.
– Estirar rodillas, levantar el pie del suelo y estirarlo colocando la pierna recta, se hace intercambiando piernas.

    • Ejercicio de pie: 10 repeticiones cada uno.


– Sujétese de una persona o de la pared, tratando de apoyarse sobre una sola pierna, manteniendo la otra en el aire durante 10 segundos, alternando izquierda y derecha.
– Mantener el equilibrio de forma estática con los pies juntos y si logra hacerlo con un pie delante del otro. Se trata de mantener la posición durante 15 segundos.ejerc-3
– Realizar sentadillas colocando una silla detrás, sentarse y levantarse de la silla 10 veces seguidas, 2 repeticiones.
– Levantar el cuerpo haciendo puntillas. 10 repeticiones
– En una grada subir y bajar las piernas de forma alterna, 2 series de 10 repeticiones.


h.  Mantener una adecuada hidratación diaria, se recomienda consumir de 5 a 6 vasos de agua distribuidos durante el día, salvo que tenga contraindicación.

i.  Consumir de frutas de cualquier tipo, vegetales y verduras, al menos una vez al día. Esto con el fin de mantener un adecuado sistema inmunológico.

j.   Realizar los principales tres tiempos de alimentación (desayuno, almuerzo y cena), y en la medida de lo posible realizar una merienda nocturna en caso de ser una persona diabética para evitar una hipoglicemia nocturna.

k.   En la medida de lo posible, que el almuerzo y la cena contengan una carne, que puede ser: huevo, queso blanco, atún, sardina, pollo o carne.

l.   Evitar consumir en exceso alimentos azucarados o muy grasosos, con el fin de no aumentar el peso corporal.

m.   Antes de preparar o consumir los alimentos, lavarlos y desinfectarlos adecuadamente, así como lavarse las manos.


Estamos plenamente seguros de que, si juntos y juntas logramos que la población practique comportamientos saludables, acuda oportunamente a los servicios de salud y asuma una actitud responsable frente a los demás, las consecuencias de esta amenaza se verán altamente limitadas.

Ruth Rivera Víquez
Directora Ejecutiva
ASCATE

8 de marzo: Día Internacional de la Mujer

8 de marzo: Día Internacional de la Mujer

EL TRABAJO INVISIBLE DE LAS MUJERES

“Las mujeres somos diversas, pero compartimos la lucha por los derechos de todas, y todas juntas,
las que estamos aquí y las que no pueden estar”
Comisión 8M

En el marco del 8 de marzo, día Internacional de la Mujer, es preciso hacer hincapié en las diferentes desigualdades y brechas de género existentes actualmente en la sociedad, ya que en esta fecha se conmemora las luchas históricas de las mujeres en las defensas de sus derechos, las cuales comenzaron a pronunciarse ante las pésimas condiciones laborales de obreras textiles, proclamando inicialmente la reducción de la jornada laboral y la igualdad de salarios entre hombres y mujeres.

A raíz de estos movimientos, en los que las mujeres fueron oprimidas, y muchas de ellas perdieron la vida, se han ido organizando grupos a través de los años, donde se ha puesto en debate público la sociedad patriarcal que ha naturalizado la desigualdad, discriminación y la violencia de género; pues no son hechos aislados que a las mujeres se les negara el acceso a la educación, al trabajo, al deporte, a los cargos políticos, entre otros, y se les viera como una posesión del hombre- padre/ esposo.


¿A quién le ha tocado el trabajo invisible?

Como parte de unas de las consignas de los grupos de mujeres, ha sido posicionar a través de los años el espacio doméstico que históricamente se les ha relegado a las mujeres y al cual no se le ha brindado el valor que posee, así como también el ejercicio de las labores del cuido, como trabajos altamente invisibilizados, que se siguen ejerciendo sin elección. Por ende, la lucha de las mujeres sigue vigente, pues el contexto actual está cargado de desigualdades y manifestaciones de violencia.

Con respecto al ejercicio del cuido de las personas adultas mayores, tomando como referencia los aportes realizados por Sauma (2011), “en Costa Rica, el cuido de la población ha recaído hasta ahora – principalmente en las familias, y dentro de ellas, en las mujeres” (2011, p. 19), residan o no en el grupo familiar, pues se ha naturalizado que las mujeres son las responsables de ejercer estas labores y quienes mejor las realizan, exigencia que se mantiene aunque estén insertas en el mercado laboral y no se encuentren tiempo completo en el ámbito doméstico.

Lo anterior ha implicado que, por años, no se reconozca su labor, donde estos roles les ha implicado una sobrecarga física, pero también afectiva y emocional, que no es reconocida, pues los mandatos sociales dificultan que los papeles de madre, trabajadora, esposa e hija se puedan compatibilizar, produciendo altas demandas a lo interno de las familias.

Aunado a ello, el rol de cuidadoras ha ocasionado que las tengan mayores limitaciones para acceder a trabajos remunerados, teniendo un gran impacto en sus condiciones materiales de vida. Como menciona Díaz “ellas siguen siendo las primeras, y muchas veces las únicas, responsables de llevar este trabajo en condiciones que perpetúan situaciones de profunda desigualdad”.

Si bien es cierto, cada vez más los hombres se incorporan en las labores domésticas y de cuido de las personas adultas mayores, sea de manera primaria o secundaria, siguen siendo las mujeres quienes se encargan mayoritariamente de la parte más actica del cuido, y/o quienes delegan las tareas y la organización familiar. Por otra parte, esta incorporación de los hombres en el ámbito interno de las familias responde también a los esfuerzos y debates que se han llevado en la sociedad por agrupaciones de mujeres.

Por ende, los movimientos de mujeres en la disminución de las brechas de género no se encuentran desligados a lo referente a las temáticas que atañen a las personas adultas mayores, y seguir trabajando en la disminución de las brechas de género implica no solo la garantía y respeto de los derechos humanos y la creación de políticas públicas y servicios con enfoques de género que consideren la desigualdad, sino también a nivel micro, desde las familias y la educación, donde se logre asumir la corresponsabilidad del cuidado en su dimensión relacional en la igualdad de oportunidades y ruptura de los discursos legitimadores de la naturalización de las mujeres en el cuido de las familias, como hábitos y prácticas culturales que se han perpetuado.



¡A seguir luchando por visibilizar el trabajo de las mujeres en el cuido!

Al ejercer roles de cuido se trabaja en Salud física: preparación y control de la medicación, Asistencia diaria: higiene y cuido personal, Nutrición: preparación de alimentaciones saludables, Estimulación: física y cognitiva, Movilización: cambios de posturas y asistencia para caminar, Acompañamiento: citas médicas, actividades sociales, tiempo en la casa, Apoyo emocional: afecto, contención., entre otras actividades cotidianas que permiten la calidad de vida de las personas adultas mayores.

RECONOZCAMOS EL TRABAJO INVISIBLE QUE REALIZAN Y HAN REALIZADO LAS MUJERES POR MUCHOS AÑOS Y SIGAMOS LUCHANDO POR UNA SOCIEDAD MÁS JUSTA…

Licda. Yerlin Castro Arguedas
Trabajadora Social
ASCATE



Bibliografía.
Diaz, V. (2016). El cuidado de adultos mayores: El trabajo invisible ¿A quién le toca? Recuperado de https://fiapam.org/cuidado-de-adultos-mayores-el-trabajo-invisible-a-quien-le-toca/.
Martín y Rivera. (2018). Feminización, cuidados y generación de soporte. Revista Prisma Social (21). Recuperado de file:///C:/Users/PyTrabSocial/Downloads/Dialnet-FeminizacionCuidadosYGeneracionSoporte-6521447.pdf
Mimosas. (2019). El Día Internacional de la Mujer: Cuidadoras. Recuperado de https://grupolasmimosas.com/mimoonline/dia-internacional-de-la-mujer/
Sauma, P. (2011). Elementos para la consolidación de la Red nacional de cuido de las personas adultas mayores en Costa Rica. Naciones Unidas. CEPAL. Santiago, Chile. Recuperado de http://unpan1.un.org/intradoc/groups/public/documents/uneclac/unpan045753.pdf
Imágenes: Mimosas. (2019). El Día Internacional de la Mujer: Cuidadoras. Recuperado de https://grupolasmimosas.com/mimoonline/dia-internacional-de-la-mujer/