Diciembre: Navidad en tiempos de Covid-19
¿El coronavirus nos dejará sentarnos a la mesa junto a nuestra familia? ¿Cómo serán nuestros encuentros navideños? Varios epidemiólogos nos adelantan lo que, con mucha probabilidad, nos espera esta Navidad.
El coronavirus va a terminar convirtiéndose en el nuevo Grinch de la Navidad. Mucho tendrían que cambiar las cosas para que las cifras de contagios dieran un vuelco y pudiéramos vivir unas fiestas navideñas tal y como las hemos celebrado siempre. Todos los pronósticos indican que este año no podrá ser así. De hecho, según los expertos, es bastante probable que las restricciones y las limitaciones sean la tónica dominante en la época más familiar del año. ¡Toca reinventar la Navidad!
Por difícil que nos resulte, tenemos que aceptar que la COVID-19 no va a desaparecer de nuestra vida de la noche a la mañana. Es momento de ser responsables y seguir las recomendaciones de la OMS y las Autoridades Sanitarias (mascarilla, higiene de manos y distanciamiento social) para doblegar la curva e intentar recuperar la antigua normalidad cuanto antes.
Una forma de evitar contagios por coronavirus durante esta Navidad 2020 es, crear una “burbuja de seguridad navideña” y seguir las siguientes recomendaciones para proteger a las personas adultas mayores de la Covid-19 en las reuniones familiares esta época.
1. Limitar los encuentros sociales entre personas no convivientes.
Es recomendable restringir el número de personas con la que nos reunimos e intentar, en la medida de lo posible, que sean únicamente personas con las que convivimos.

2. Evitar realizar visitas.
Si es necesario, antes de la visita, es importante verificar si uno tiene fiebre y, en el caso de tener indicios, no realizar la visita. Esta medida toma especial relevancia en los pacientes asintomáticos pues, en el caso de no realizarse la prueba, seguramente no sepan que son portadores del virus y puedan contagiar al resto de familiares
3. Lavarse repetidamente las manos.
Una vez que comience la reunión familiar, lo más importante es lavarse las manos al llegar al menos durante 20 segundos y hacer uso del gel, desinfectándonos continuamente.
4. Respetar el distanciamiento social en la medida de lo posible.
Se recomienda seguir saludando a la gente con el ya conocido “choque de codos” en lugar de un abrazo o sacudida de manos. Asimismo, seguir respetando la medida de distanciamiento social, a ser posible de 1.8 metros, debe seguir teniéndose en consideración pues garantiza que podamos preservar tanto nuestra salud, como la de los demás
5. Ventilar los espacios cerrados.
Si bien es cierto que siempre es mejor reunirse en espacios abiertos en los que se garantice una mayor circulación del aire, debido a las fechas en las que nos encontramos y el carácter de las celebraciones navideñas dificultan que se puedan celebrar en espacios abiertos. Por ello, es esencial que al menos se mantenga ventilado el lugar en el que nos reunimos con la familia, favoreciendo la circulación del aire.
6. Hacer uso de la mascarilla.
Sabemos que las fechas navideñas son días de especial celebración, en el que se suele hablar alto, gritar o cantar, actos que favorecen a que se propague el virus en espacios cerrados. Por ello, es recomendable hacer uso de las mascarillas durante la celebración si estamos cerca de personas en avanzada edad o consideradas colectivo de riesgo. Aunque esta medida limite nuestra comodidad durante la celebración, sobre todo a la hora de comer e ingerir alimentos, es fundamental para prevenir posibles contagios.
7. Desinfectar los objetos de fuera del domicilio.
Con la evolución de la Covid-19 se ha comprobado como virus también que puede depositarse en ciertos objetos, donde puede sobrevivir durante un tiempo. Por ello, previo a la reunión familiar, se aconseja desinfectar todos los objetos que puedan venir del exterior y así minimizar el riesgo de contagio.
8.Evitar zonas con humo.
Aunque las reuniones se mantengan al aire libre, evitar las zonas en las que predomine el humo.
9. Evitar estornudar o toser sin taparse la boca o nariz.
Con el fin de evitar que al estornudar las gotitas respiratorias se adhieran a las manos, se recomienda utilizar un pañuelo desechable o, en el caso que no dispongamos de uno, utilizar el codo.
10.Limitar el uso del transporte público a la hora de desplazarse.
Las fechas navideñas son una época en la que tendemos a movernos más de lo previsto, ya sea para realizar las compras de los regalos o para visitar a nuestros seres queridos. Por ello, es recomendable limitar los viajes en transporte público, al considerarse espacios cerrados en los que el riesgo de contagio es mayor. De igual manera, en el caso que no se pueda evitar, se recomienda el uso tanto de mascarilla, gel hidroalcohólico, como el respeto de las medidas de distanciamiento social.
“No conviene confiarse: hay que estar alerta para no propagar la enfermedad”.
Esther G. Valero
Ruth Rivera Víquez
Directora Ejecutiva
ASCATE
Como referencia de la Comisión Nacional de Emergencias donde nos recomienda establecer Planes de Emergencia Familiar que nos ayuden a prevenir mejor y estar mejor preparados ante una emergencia o mejor aun evitar que ocurra o disminuir sus efectos.
Nuestra propuesta, en este mes tan importante y relevante, como lo es el mes de octubre de la persona adulta mayor, es resaltar y puntuar, no solamente que no hay salud sin salud mental, sino además, que no hay salud sin una validación completa de todos los derechos que conforman la vida, considerando esta en un sentido amplio, haciendo hincapié incluso, no solo en los derechos de esta población, sino que, ampliando el análisis e intentando visibilizar, todos aquellos factores que influyen en lo que se conoce como discriminación múltiple, es decir, mostrando aquellos elementos que dificultan, o en muchos casos impiden, el acceso al disfrute y goce pleno de dichos derechos de todas las personas adultas mayores.
Surgen entonces muchos cuestionamientos, sobre todo cuando se oye decir, cada vez más, que la población vieja, o sea, la que más tiempo ha vivido, es la de mayor vulnerabilidad o la que está en mayor riesgo de contagio y de muerte por razones del coronavirus y el Covic-19. Es por eso la importancia de analizar algunos asuntos importantes al respecto.
Ante esa pregunta, vale recordar la frase del psicólogo español Jerónimo de Moragas: “nacer es comenzar la vida como un riesgo”. La vida es, sin duda, un riesgo permanente. Estaríamos, no obstante, en estos tiempos de pandemia, ante un riesgo enorme e inesperado. Eso no quiere decir que las condiciones de riesgo sean uniformes solo por tener una edad determinada.
Debido a la pandemia por
Quizás nunca, en las últimas décadas, fue tan importante y necesario la toma de conciencia del abuso y maltrato en contra de las personas adultas mayores, tanto más que ahora, en vista del contexto mundial en cuanto a la pandemia por el Covid-19.
Durante décadas, los hábitos de alimentación a nivel mundial han ido evolucionando, adaptándose al cambio constante de los estilos de vida de la población, es decir, la escogencia, adquisición y consumo de los alimentos no es el mismo de hace 70 años atrás y esto lo podemos observar cada vez que vamos al supermercado, donde existe una infinidad de productos y opciones alimentarias a escoger.



En el marco del 8 de marzo, día Internacional de la Mujer, es preciso hacer hincapié en las diferentes desigualdades y brechas de género existentes actualmente en la sociedad, ya que en esta fecha se conmemora las luchas históricas de las mujeres en las defensas de sus derechos, las cuales comenzaron a pronunciarse ante las pésimas condiciones laborales de obreras textiles, proclamando inicialmente la reducción de la jornada laboral y la igualdad de salarios entre hombres y mujeres.
Como parte de unas de las consignas de los grupos de mujeres, ha sido posicionar a través de los años el espacio doméstico que históricamente se les ha relegado a las mujeres y al cual no se le ha brindado el valor que posee, así como también el ejercicio de las labores del cuido, como trabajos altamente invisibilizados, que se siguen ejerciendo sin elección. Por ende, la lucha de las mujeres sigue vigente, pues el contexto actual está cargado de desigualdades y manifestaciones de violencia.
Lo anterior ha implicado que, por años, no se reconozca su labor, donde estos roles les ha implicado una sobrecarga física, pero también afectiva y emocional, que no es reconocida, pues los mandatos sociales dificultan que los papeles de madre, trabajadora, esposa e hija se puedan compatibilizar, produciendo altas demandas a lo interno de las familias.
Por ende, los movimientos de mujeres en la disminución de las brechas de género no se encuentran desligados a lo referente a las temáticas que atañen a las personas adultas mayores, y seguir trabajando en la disminución de las brechas de género implica no solo la garantía y respeto de los derechos humanos y la creación de políticas públicas y servicios con enfoques de género que consideren la desigualdad, sino también a nivel micro, desde las familias y la educación, donde se logre asumir la corresponsabilidad del cuidado en su dimensión relacional en la igualdad de oportunidades y ruptura de los discursos legitimadores de la naturalización de las mujeres en el cuido de las familias, como hábitos y prácticas culturales que se han perpetuado.