Mayo: ASCATE SE UNE A LA CELEBRACIÓN DEL DIA DE LA FAMILIA

ASCATE SE UNE A LA CELEBRACIÓN DEL DIA DE LA FAMILIA

15 DE MAYO

ASCATE se une a la celebración del día de la familia, somos una familia integrada por muchos miembros con diferentes características, provenientes de otras familias; por lo tanto, tenemos diferentes costumbres, tradiciones y cada uno somo seres especiales. La familia, sea de sangre o no, la conforman aquellas personas que te quieren en su vida y que aceptan quién eres, que harían lo que fuese por verte sonreír y que te aman sin importar nada más.

Lo que nos hace una familia unida no es la sangre, si no el corazón.

Estos son algunos rasgos que nos definen como familia:

      • Confianza e incondicionalidad: Es esa persona en la que puedes confiar. Con la que puedes ser tú sin filtros, de manera sincera y transparente. Es una relación basada en la certeza de poder confiar absolutamente en la otra persona. Tanto cuando las cosas nos van bien como cuando las cosas nos van mal, la familia nos acompaña y transmite su apoyo. Sabes que te van a decir la verdad, aun cuando no sea lo que quieres oír.
      • Reciprocidad: Es un vínculo compartido.
      • Buenos deseos: Se alegran cuando las cosas te van bien, celebran tus éxitos y se sienten felices por tu felicidad.
      • Motivación por compartir tiempo y experiencias: Deseas compartir tiempo, vivir nuevas experiencias y generar nuevas anécdotas que fortalezcan el vínculo. Además, no importa el tiempo que pase y los kilómetros que haya de por medio
      • Libertad: La familia no genera sentimientos de opresión. Te permit e ser tú mismo y se basa en el respeto.

La familia es uno de los sistemas que más cambios ha sufrido a lo largo de la historia en nuestra sociedad debido a factores históricos, sociales, económicos y culturales. Estos cambios han propiciado numerosos estudios cuyo objeto es el de definir qué es una familia y los diferentes tipos que encontramos en la sociedad.

Familia nuclear
La compuesta por un hombre y una mujer con o sin hijos.

Familia extensa
Este tipo de familias integra además otros parientes consanguíneos como abuelos, tíos o primos.

Familia monoparental
Familia compuesta por un único progenitor, bien sea la madre o el padre, y uno o varios hijos.

Familia reconstituida
Es decir, padre y madre en el que algunos o ambos han sido divorciados o viudos y tienen hijos de una unión anterior.

Familia DINK
Son parejas sin hijos, que posponen o renuncian a la maternidad/paternidad.

Familia multinuclear
Es la compuesta por la familia nuclear y por personas sin parentesco.

La familia que elegimos
Dicen por ahí que los amigos son la familia que uno elige. Ese vínculo tan fuerte como pocos, fruto de la casualidad de encontrarnos en la vida. Según la psicóloga Ana Gorrochategui.

“Quien tiene un amigo, tiene un tesoro”​

La amistad no se encuentra en cualquier persona. Hay muchas personas que vienen y van. Pero a veces, en el momento menos pensado, salta una chispa y se crea esa conexión: algo especial, importante y duradero. Esto no pasa muchas veces en la vida. Por eso, si tienes una de estas Amistades (con mayúscula), cuídala. No la des por hecho. Riégala con paciencia, sinceridad, cariño y atención.

Las personas importantes marcan nuestras vidas. Así que, si tienes la suerte de disfrutar de una amistad así, eres una persona infinitamente afortunada. Tienes un vínculo mágico entre las manos, algo auténtico e incondicional. Tienes una hermana, un tío para tu hijo, o un compañero para siempre. Y es que, si cuentas con una amistad de verdad, además de un bien preciado, tienes otra razón para brillar.

En ASCATE somos una familia todos tenemos un lugar especial, somo únicos y cada día trabajamos para sentir esa unión de grupo que nos hace ver como familia, respetando las particularidades de cada uno y aprendiendo de ellas.

Elaborado por:
  Dra. Carolina Nicaise Chacón
  Licda. Andrea López Núñez
  ASCATE

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Abril: BENEFICIOS DE LA LECTURA EN LAS PERSONAS ADULTAS

CELEBREMOS EL DÍA DEL LIBRO

ASCATE SE UNE A LA CELEBRACIÓN DEL DÍA DEL LIBRO (23 DE Abril)

En ASCATE tomando en cuenta que la lectura es un buen hábito, tengamos la edad que tengamos, que ayuda a mantener la mente activa, fundamental para conservar las capacidades intelectuales, además de que neurólogos y psicólogos recomiendan la lectura como método preventivo del alzheimer y otras enfermedades neurodegenerativas.

Como parte de las actividades de mejora en la calidad de vida contamos con el espacio y el material adecuado para fomentar la lectura en las personas adultas mayores usuarias de ASCATE.

BENEFICIOS DE LA LECTURA EN LAS PERSONAS ADULTAS

MEJORA LA EMPATÍA
¿Por qué? Leer géneros literarios aumenta nuestra capacidad de ponernos en el lugar de otros, incrementando nuestra comprensión hacia los demás. Las personas que leen novelas son más empáticas que aquellas que apuestan por los libros especializados, o las que sencillamente no leen ningún género.

INCREMENTA LA CAPACIDAD DE CONCENTRACIÓN
¿Cómo es posible? Ejercitar la mente aumenta nuestra concentración, y la lectura es una buena forma de hacerlo. Leer potencia la capacidad de observación y atención que prestamos. Además, facilita la relajación y nos ayuda a ver nuestros problemas desde un punto de vista distinto, más objetivo, y a hacerlo con más tranquilidad.

PROPORCIONA ENTRETENIMIENTO
Además, al mantener nuestra mente ocupada nos evade de otras preocupaciones. A medida que nos hacemos mayores tenemos menos quehaceres diarios (nos jubilamos, podemos hacer menos cosas…) aumentando así nuestra percepción de las preocupaciones. Leer nos aporta flexibilidad al introducirnos en otras aventuras y fomentando nuestra imaginación y creatividad.

RECORDAMOS MEJOR LAS COSAS
¿Cómo puede ser que el hecho de leer mejore nuestra memoria? Las emociones ayudan a asentar mejor los recuerdos, y la lectura nos aporta emociones. Además, al leer a diario ejercitamos nuestras capacidades cognitivas, dotándonos de una rica variedad de historias, personajes, vocabulario, expresiones…

SENSACIÓN DE BIENESTAR
¿Acaso existe mejor sensación que esta? Leer reduce nuestro nivel de cortisol aumentando esta sensación. Una historia que nos resulte interesante puede “engancharnos”, haciendo que liberemos tensión y relativicemos nuestros problemas.

EL MEJOR MÉTODO PARA CONCILIAR EL SUEÑO
Nada de contar ovejas, la mejor forma para quedarse dormido es leer un poco antes de acostarnos. La lectura nos relaja, destensando nuestros músculos y liberando de estrés a nuestro cerebro, proporcionándonos así el estado ideal para conciliar el sueño.

¿Qué más motivos necesitas para regalarle un libro a las personas mayores? Más que un objeto les estarás regalando horas de bienestar.

 

Elaborado por:
  Ana Lucía Calderón Hernández
  Oficina Atención hacia la Persona Adulta Mayor
  ASCATE

Diciembre

Diciembre: Navidad en tiempos de Covid-19

¿El coronavirus nos dejará sentarnos a la mesa junto a nuestra familia? ¿Cómo serán nuestros encuentros navideños? Varios epidemiólogos nos adelantan lo que, con mucha probabilidad, nos espera esta Navidad.

El coronavirus va a terminar convirtiéndose en el nuevo Grinch de la Navidad. Mucho tendrían que cambiar las cosas para que las cifras de contagios dieran un vuelco y pudiéramos vivir unas fiestas navideñas tal y como las hemos celebrado siempre. Todos los pronósticos indican que este año no podrá ser así. De hecho, según los expertos, es bastante probable que las restricciones y las limitaciones sean la tónica dominante en la época más familiar del año. ¡Toca reinventar la Navidad!

Por difícil que nos resulte, tenemos que aceptar que la COVID-19 no va a desaparecer de nuestra vida de la noche a la mañana. Es momento de ser responsables y seguir las recomendaciones de la OMS y las Autoridades Sanitarias (mascarilla, higiene de manos y distanciamiento social) para doblegar la curva e intentar recuperar la antigua normalidad cuanto antes.

Una forma de evitar contagios por coronavirus durante esta Navidad 2020 es, crear una “burbuja de seguridad navideña” y seguir las siguientes recomendaciones para proteger a las personas adultas mayores de la Covid-19 en las reuniones familiares esta época.

1. Limitar los encuentros sociales entre personas no convivientes.
Es recomendable restringir el número de personas con la que nos reunimos e intentar, en la medida de lo posible, que sean únicamente personas con las que convivimos.

2. Evitar realizar visitas.
Si es necesario, antes de la visita, es importante verificar si uno tiene fiebre y, en el caso de tener indicios, no realizar la visita. Esta medida toma especial relevancia en los pacientes asintomáticos pues, en el caso de no realizarse la prueba, seguramente no sepan que son portadores del virus y puedan contagiar al resto de familiares

3. Lavarse repetidamente las manos.
Una vez que comience la reunión familiar, lo más importante es lavarse las manos al llegar al menos durante 20 segundos y hacer uso del gel, desinfectándonos continuamente.

4. Respetar el distanciamiento social en la medida de lo posible.
Se recomienda seguir saludando a la gente con el ya conocido “choque de codos” en lugar de un abrazo o sacudida de manos. Asimismo, seguir respetando la medida de distanciamiento social, a ser posible de 1.8 metros, debe seguir teniéndose en consideración pues garantiza que podamos preservar tanto nuestra salud, como la de los demás

5. Ventilar los espacios cerrados.
Si bien es cierto que siempre es mejor reunirse en espacios abiertos en los que se garantice una mayor circulación del aire, debido a las fechas en las que nos encontramos y el carácter de las celebraciones navideñas dificultan que se puedan celebrar en espacios abiertos. Por ello, es esencial que al menos se mantenga ventilado el lugar en el que nos reunimos con la familia, favoreciendo la circulación del aire.

6. Hacer uso de la mascarilla.
Sabemos que las fechas navideñas son días de especial celebración, en el que se suele hablar alto, gritar o cantar, actos que favorecen a que se propague el virus en espacios cerrados. Por ello, es recomendable hacer uso de las mascarillas durante la celebración si estamos cerca de personas en avanzada edad o consideradas colectivo de riesgo. Aunque esta medida limite nuestra comodidad durante la celebración, sobre todo a la hora de comer e ingerir alimentos, es fundamental para prevenir posibles contagios.

7. Desinfectar los objetos de fuera del domicilio.
Con la evolución de la Covid-19 se ha comprobado como virus también que puede depositarse en ciertos objetos, donde puede sobrevivir durante un tiempo. Por ello, previo a la reunión familiar, se aconseja desinfectar todos los objetos que puedan venir del exterior y así minimizar el riesgo de contagio.

8.Evitar zonas con humo.
Aunque las reuniones se mantengan al aire libre, evitar las zonas en las que predomine el humo.

9. Evitar estornudar o toser sin taparse la boca o nariz.
Con el fin de evitar que al estornudar las gotitas respiratorias se adhieran a las manos, se recomienda utilizar un pañuelo desechable o, en el caso que no dispongamos de uno, utilizar el codo.

10.Limitar el uso del transporte público a la hora de desplazarse.
Las fechas navideñas son una época en la que tendemos a movernos más de lo previsto, ya sea para realizar las compras de los regalos o para visitar a nuestros seres queridos. Por ello, es recomendable limitar los viajes en transporte público, al considerarse espacios cerrados en los que el riesgo de contagio es mayor. De igual manera, en el caso que no se pueda evitar, se recomienda el uso tanto de mascarilla, gel hidroalcohólico, como el respeto de las medidas de distanciamiento social.

“No conviene confiarse: hay que estar alerta para no propagar la enfermedad”.

Esther G. Valero

Ruth Rivera Víquez
Directora Ejecutiva
ASCATE

Noviembre

Noviembre: Cuidémonos en Casa

SEMANA SALUD OCUPACIONAL

ASCATE, como parte de las actividades del mes de noviembre, a través de los años organiza la Semana de Salud Ocupacional, como parte de la Educación y Capacitación en temas referentes a la Seguridad Humana dirigidas tanto a las Personas Adultas Mayores usuarias del Centro Diurno, Unidad de Alzheimer, Grupo de Extensión a la Comunidad y personal en General, con el lema “Cuidémonos en casa.”

Este año no queremos hacer la diferencia, a través de las diferentes herramientas virtuales, tomando en cuenta la situación actual de la Pandemia, queremos llegar a la población antes mencionada y a las familias quienes a lo largo de estos meses han demostrado un interés por acompañar a nuestras personas usuarias en las actividades tanto de recreación como de capacitación.

Tomando en cuenta y analizando el confinamiento de las personas y el tiempo que debemos pasar cuidándonos en nuestras casas, consideramos importante que, para esta semana de Salud Ocupacional, abordar el tema de la seguridad en casa.

Como referencia de la Comisión Nacional de Emergencias donde nos recomienda establecer Planes de Emergencia Familiar que nos ayuden a prevenir mejor y estar mejor preparados ante una emergencia o mejor aun evitar que ocurra o disminuir sus efectos.

Que debemos adoptar actitudes correctas, para poner en práctica una serie de medidas que deben convertirse en hábitos normales de nuestra vida.

Cuando pasamos mucho tiempo en un lugar, se vuelve tan familiar que hay cosas que no percibimos… No nos damos cuenta de que pueden existir condiciones de peligro que atentan contra nuestra integridad humana.

El mejor punto de partida es comenzar a hacer un reconocimiento del sitio en que vivimos y de la comunidad que nos rodea.

El plan debe servir no sólo para las situaciones de emergencia, sino también para mejorar las condiciones de seguridad y resistencia de la vivienda y hacer de nuestra casa un sitio más seguro, para habitar en ella.

Tomando en cuenta todas estas recomendaciones, hemos organizado por parte del Comité de Salud Ocupacional de ASCATE, algunas actividades de Capacitación dirigidas a las personas adultas mayores ,familiares y al personalen la preparación de un Plan de Emergencias para sus hogares.

Elaborado por: Ana Lucía Calderón Hernández
Comité Salud Ocupacional
ASCATE

 

Bibliografía: Pagina Web. Comisión Nacional de Prevención de Riesgos y Atención de Emergencias

Octubre

Octubre: Salud Mental en el mes de la Personal Adulta Mayor

Esta época en la cual nos estamos enfrentando ha conllevado mucha incertidumbre, y por ende, desafíos, retos y nuevas oportunidades de mejora. En ASCATE, así como todos sus programas de atención no ha sido la excepción. En cada uno de ellos se hecho patente la necesidad imperiosa de modificar los planes y estrategias para brindar un servicio de excelente calidad a las personas adultas mayores, tal y como sus derechos lo contemplan.

Usualmente se suele afirmar que, no hay salud sin salud mental, tal afirmación puede funcionar como axioma básico sobre el cual fundamentar una praxis que busca mejorar la calidad de vida de las personas adultas mayores; ciertamente, para nadie es un secreto, y sin embargo, es menester seguir recalcándolo que, en esta época de pandemia por Covid-19, una de las esferas que más ha sido resaltada por demandar atención inmediata, es la de la salud mental en general.

Tanto mayor énfasis hay que realizar a la esfera emocional, afectiva y mental en general, cuanto las cifras y la observación de las condiciones de muchas personas adultas mayores, más demuestran que la salud mental está viéndose trastocada colateral y directamente en la presente época.

Un enfoque asistencialista podría presuponer que un conjunto de elementos son esenciales para la supervivencia, tales como alimento, vestimenta y vivienda, y ciertamente lo son, son fundamentales para el libre ejercicio y desarrollo de la vida de cualquier persona, sin embargo, sabemos con seguridad, que tales necesidades básicas no son los únicos factores a considerar dentro del conjunto total a considerar en el momento de atención institucional u organizacional de las personas adultas mayores.

Cuanto más nos acercamos de modo directo y certero a las realidades de cientos de personas adultas mayores en nuestro contexto latinoamericano y costarricense, tanto más nos parece lejano el enfoque que propone satisfacer solamente tales necesidades básicas previamente descritas, y tanto más importante se nos manifiesta la necesidad de prestar atención a la singularidad de cada caso, de cada persona, tomando en cuenta, ya no solamente dichas necesidades, sino sus deseos vitales, sus aspiraciones y anhelos, sus sueños y su plan de vida.

Estos factores no son prescindibles, estos están contemplados dentro de normativas internas, leyes nacionales y normativas internacionales, tales como la Convención Interamericana Sobre La Protección De Los Derechos Humanos De Las Personas Mayores.

Nuestra propuesta, en este mes tan importante y relevante, como lo es el mes de octubre de la persona adulta mayor, es resaltar y puntuar, no solamente que no hay salud sin salud mental, sino además, que no hay salud sin una validación completa de todos los derechos que conforman la vida, considerando esta en un sentido amplio, haciendo hincapié incluso, no solo en los derechos de esta población, sino que, ampliando el análisis e intentando visibilizar, todos aquellos factores que influyen en lo que se conoce como discriminación múltiple, es decir, mostrando aquellos elementos que dificultan, o en muchos casos impiden, el acceso al disfrute y goce pleno de dichos derechos de todas las personas adultas mayores.

De modo que, les invitamos a disfrutar de este mes y todas las actividades que tiene preparadas ASCATE, pero además, les invitamos a aprender y reflexionar sobre todos estos temas que les hemos trazado en el presente boletín, estén atentos y atentas a todas nuestras publicaciones, charlas y material virtual de nuestras redes sociales, pues todo ello, está enfocado en mejorar calidad de vida, de todas las personas adultas mayores de nuestro país. ¡Les esperamos!

Lic. Darío Leitón Hernández
Psicólogo

Setiembre

Setiembre: "Vivir la vejez en tiempos de pandemia y confinamiento"

Vivimos tiempos de incertidumbre que nos colman de preocupaciones e interrogantes.

Surgen entonces muchos cuestionamientos, sobre todo cuando se oye decir, cada vez más, que la población vieja, o sea, la que más tiempo ha vivido, es la de mayor vulnerabilidad o la que está en mayor riesgo de contagio y de muerte por razones del coronavirus y el Covic-19.  Es por eso la importancia de analizar algunos asuntos importantes al respecto.

“Vivir la vejez” lleva a preguntarnos ante todo ¿a cuál vejez se hace referencia?, ¿a cuáles personas viejas o adultas mayores se alude?.  Porque si algo caracteriza a esa condición de la vida que llamamos ‘vejez’ es la diversidad.

«Y ¿en tiempos de pandemia y confinamiento qué decir de la vejez?»

Las situaciones de confinamiento que viven las distintas personas adultas mayores son muy diferentes.

Es preciso tener en cuenta diferencias de género, raza, región en que se ha vivido y se vive actualmente, así como nivel educativo, ocupación, condiciones, costumbres y estilos de vida, percepciones y actitudes hacia la vida y sus circunstancias; formas habituales de interacción humana y de convivencia social, al igual que la posibilidad de contar o no con redes de apoyo social.  Es, por todo ello y mucho más que, particularmente en la vejez, nos parecemos más a nosotros mismos que en épocas anteriores de nuestra vida, qué a otras personas de nuestra misma edad, aunque sean familiares, amigas, compañeras de estudio o de trabajo.

En todos los casos es necesario saber que la vejez no significa perder la posibilidad de pensar, de pronunciarse, de razonar, de decidir y de ser consultados.

¿Las personas viejas son vulnerables por razón de su edad, sin más?

Ante esa pregunta, vale recordar la frase del psicólogo español Jerónimo de Moragas: “nacer es comenzar la vida como un riesgo”.  La vida es, sin duda, un riesgo permanente. Estaríamos, no obstante, en estos tiempos de pandemia, ante un riesgo enorme e inesperado. Eso no quiere decir que las condiciones de riesgo sean uniformes solo por tener una edad determinada.

Evidentemente a un concepto estereotipado de la vejez que desconoce las enormes diferencias entre las personas que la viven, sus contextos e historias individuales.

Así que vivir la vejez en tiempos de PANDEMIA y de CONFINAMIENTO requiere, ante todo, considerar las enormes diferencias entre las personas, sus entornos, y sus condiciones de vida.

Bibliografía: Elisa Dulcey-Ruiz, Cepsiger y Red Latinoamericana de Gerontología-RLG.

Ana Lucía Calderón Hernández
Oficina Atención a la Persona Adulta Mayor
ASCATE

Agosto

Agosto: SÍNDROME DEL CUIDADOR (A) EN EL CONTEXTO DE LA PANDEMIA POR COVID-19

La figura del cuidador o cuidadora de las personas adultas mayores es muy importante, pues el bienestar de los cuidadores(as) es primordial para asegurar un cuidado óptimo de la persona adulta mayor, eso es especial en el contexto de la pandemia por COVID-19.

Las características de los cuidadores(as) pueden variar mucho, empezando con la filiación con la persona adulta mayor, estos pueden ser familiares directos, familia política y hasta amigos y conocidos, y por supuesto vivir en diferentes contextos socioeconómicos, con buenas o deficientes redes de apoyo, por lo cual tiene diferentes necesidades, pero lo cierto es que un cuidador tiene una labor de entrega y dedicación, la cual va a requerir tanto de recursos económicos, como de tiempo y energía.

El cuidado en tiempos de pandemia

El distanciamiento social requerido en el contexto de la pandemia por COVID-19, ha llevado a cada núcleo familiar a realizar modificaciones en el estilo de vida y de sus rutinas diarias, por este motivo los cuidadores(as) han visto cambios en su rol por el confinamiento prolongado.

Debido a la pandemia por COVID-19, las personas adultas mayores se han visto obligadas a permanecer más tiempo en sus hogares y se han vistos separados temporalmente de importantes factores protectores como lo es por ejemplo su asistencia a centros diurnos, donde la mayoría de las personas adultas mayores podían complementar sus necesidades nutricionales, de estímulo físico y cognitivo y permanecer activas socialmente.

La cobertura de estas necesidades de estímulo, entretenimiento y socialización han pasado entonces a los cuidadores y cuidadoras, lo cual les impone un reto muy grande.

En el contexto de la pandemia existen una serie de factores que influyen negativamente en la estabilidad familiar, muchas personas han perdido sus fuentes de ingreso, llevando a un problema económico; se percibe un ambiente de la sociedad en general de incertidumbre y miedo y el confinamiento prolongado puede llevar a roces entre los miembros del núcleo familiar en especial si ya había problemas de fondo.

Si sumemos todo esto, vemos que la calidad de vida tanto de las personas adultas mayores como de sus cuidadores(as)se ha visto afectadas, poniendo especial presión sobre la figura del cuidador principal lo cual puede llevar esto puede llevar a un agotamiento físico y emocional, e incluso a sufrir síndrome del cuidador(a).

¿Qué es el síndrome del cuidador(a)?

El síndrome del cuidador(a) se describe como un conjunto de manifestaciones físicas, psíquicas, alteraciones sociales, problemas laborales y familiares con un incremento de la tensión familiar que pueden desembocar en conflictos diferentes.

Entre estas manifestaciones se encuentras aumento de la presión arterial, problemas gastrointestinales, dolores de cabeza, alteraciones osteoarticulares, en su impacto fisiológico, y como manifestaciones psicosociales se encuentran sentimientos de soledad, sobrecarga emocional, ansiedad, depresión, exclusión, restricción de la libertad personal y de su tiempo de ocio y descanso.

Una persona que empieza a manifestar estas características va a ver comprometida su salud física y emocional y por supuesto también su rol de cuidar o cuidadora en que no va a lograr desempeñarse lo mejor posible. Es por esto por lo que las acciones de apoyo hacia los cuidadores y cuidadoras son importantes, con el fin de que puedan mantenerse sanos y emocionalmente preparados para continuar con su rol.

¿Cómo cuidar a los cuidadores(as)?

Como ya se dijo anteriormente los cuidadores(as) tienen diferentes necesidades físicas y emocionales que, aunque no se puedan cubrir por completo, si se pueden intentar suplir de la mejor manera.

La forma de apoyar a los cuidadores(as) con estas necesidades puede variar, se pueden dividir en tres esferas, una intervención por medio de profesionales especializados, mediante grupos de ayuda o desde las mismas redes de apoyo familiares.

El contacto con los profesionales de varios campos es importante, dado que ellos pueden suplir necesidades de información y formación como pueden ser de parte de expertos en nutrición, psicología, terapia física y ocupacional, medicina y enfermería, esto por medio de medios virtuales puede servir de alivio al cuidador(a), cuando le surjan dudas relacionadas con estos campos, además de lograr un contacto más cercano y dar una sensación de tranquilidad y apoyo.

Los grupos de apoyo se han visto limitados por la PANDEMIA, pero al igual que en las intervenciones de los profesionales, los medios virtuales pueden ser la alternativa para que sigan funcionando.

En caso de las redes de apoyo familiares, estos pueden brindar un apoyo emocional y económico, dado que un contacto físico está por el momento limitado, pero las llamadas constantes, para conversar y apoyar, y hasta saber en que se puede aportar ayuda a la estabilidad de la persona adulta mayor y su cuidador o cuidadora.

Además, el centro virtual sobre el envejecimiento, también se pueden seguir estos consejos puntuales para el cuidador:

Alexandra Brenes Vargas,
Licda. en Enfermería
ASCATE

Junio

15 JUNIO: “Día Mundial de la Toma de Conciencia del Abuso y Maltrato en la Vejez y Día Nacional contra el Abuso, Maltrato, Marginación y Negligencia contra las Personas Adultas Mayores".

Quizás nunca, en las últimas décadas, fue tan importante y necesario la toma de conciencia del abuso y maltrato en contra de las personas adultas mayores, tanto más que ahora, en vista del contexto mundial en cuanto a la pandemia por el Covid-19.

Una de las frases lema que se plantean el presente año es el de “Celebremos la vida, promoviendo el respeto a las personas adultas mayores”, frase lacónica pero contundente que resume en gran parte el objetivo y causa de la toma de conciencia el 15 de junio del presente año 2020, no por casualidad sino causalidad, pues en la medida que se ha indicado un cambio en el estilo de vida de cada una de las personas adultas mayores de Costa Rica, como medida preventiva de contagio de coronavirus, ello estaría provocando ciertas situaciones (y afecciones por ende) articuladas a la lógica del distanciamiento físico y la permanencia, ahora, más que antes, en la vivienda de cada una de ellas.

El acto de permanecer en casa provoca una intensificación de situaciones de violencia y abandono, lo cual, permite analizar la necesidad de nuevas estrategias de abordaje y prevención de la violencia, no sin antes tomar en cuenta el contexto trazado a nivel general debido al riesgo que representa el Covid-19 en la población adulta mayor.

Sin embargo, no puede menos que aceptarse que el confinamiento supone también un riesgo psicosocial, en sí mismo, para algunas personas adultas mayores que están inmersas en factores de riesgo, tales como insuficientes o nulas redes de apoyo, condición de pobreza o pobreza extrema, violencia, abandono, entre otros, sin olvidar, la no menos importante violencia de género en contra de muchas mujeres adultas mayores, tema este que admite un abordaje particular y un análisis estructural que no ignoramos y que forma parte de las intervenciones directas por parte de ASCATE en cuanto a lo que del tema de violencia y prevención del maltrato se refiere. Uno de los pilares fundamentales de abordaje y prevención es la psicoeducación, por tal motivo, es importante recalcar los posibles efectos del confinamiento, no en una dimensión particular o específica, sino en una visión más integral, que contemple a la persona adulta mayor como un ser bio-psico-social, tales como los que siguen a continuación:

Hay distintos tipos de reacciones de tipo emocional, entre otros, en las PAM durante o posiblemente después de la Pandemia, todos ellos pueden estar presentes también en situaciones de violencia y abandono, dentro de las cuales tenemos las siguientes:

a) Síndrome de estrés postraumático
b) Cuadros depresivos
c) Trastornos de ansiedad
d) Mayor deterioro físico y cognitivo
e) Disminución en nivel funcional
f) Crisis de angustia

Algunas recomendaciones para enfrentar el impacto emocional de la Pandemia y evitar dejar huellas graves emocionales:

    • Enfocarse a las soluciones.
    • Acordar pasos concretos.
    • Reforzar pautas de solución
    • Clarificar posibles dudas.
    • Establecer naturaleza del siguiente contacto.
    • Ser amable y firme.

Estar en constante comunicación con la familia y profesionales, haciendo uso de las herramientas tecnológicas, que son medios que han impactado favorablemente, ya que nos podemos comunicar de forma virtual, por video llamada, por WhatsApp, reuniones grupales, etc., y evitar el aislamiento y mantener una relación afectiva, sin salir de casa.

Es importante llamar la atención a que no todas las personas mayores, tienen acceso a un celular, una computadora, a una Tablet, a internet, principalmente las que se encuentran en hospitales (quizá en abandono por parte de su familia), privadas de libertad, indígenas o que viven en zonas rurales, lo que provoca aislamiento y con ello otros síntomas, considerándose también, como violación a los derechos humanos.

Estamos apenas en el comienzo, nos enfrentamos a grandes desafíos, entre los que se podría mencionar: retomar poco a poco y con prudencia, respetando las normas de higiene y prevención, el acompañamiento de las personas mayores, principalmente de las que viven solas, de riesgo, más vulnerables y que no cuentan con los recursos suficientes. Crear nuevas y reforzar las políticas públicas existentes, donde se visibilice a las personas adultas mayores.

Pensamos, y estamos conscientes de que considerar a las personas adultas mayores de una forma dinámica e integral, es poner de relieve y visibilizar sus derechos como personas, lo cual, a su vez, es prevenir y fomentar un mejor estilo de vida libre de violencia, que no vulnere su condición y su integridad.

Por ello, en este mes de junio, celebremos la vida juntos, no de cualquier manera, sino respetando los derechos y cuidándonos entre todos y todas.

Lic. Darío Leitón Hernández
Psicólogo ASCATE